Me he quedado quieta observando cómo me abandonabas y no he hecho nada para evitarlo. Me has tendido la mano, pero yo la he rechazado. Mi corazón, antes vivo, sonreía, pero ahora se ha vuelto como una cáscara vacía, ya no hay vida en él porque hubo alguien que se la llevó, me robó mi alegría, dejándome como regalo un vacío, una herida, una brecha.
Quiero volver a sentir mi corazón latiendo a toda velocidad, volver a sentir fuego en esa brecha.. Y poco a poco hacer que empiece no sólo a cicatrizar, sino a crecer, como una pequeña planta que asoma tímidamente sus hojas. ¿Qué puedo decir? Me está empezando a dar miedo regar esa planta, regalarle amor para que crezca y que luego se marchite, se corte de cuajo y yo me quede solo con la tierra mustia, con mi cáscara vacía, con mi vacío.
Se agotan las ganas de luchar, de buscar, de salir a la aventura, de pelear hasta un final.. Se agotan las ganas de amar.
He aprendido a helar mi corazón, pero me doy cuenta de que se está empezando a derretir por tu mirada.
Asustada intento construir una muralla de piedra, tras la cual yo pueda desparecer. Pero mi castillo es como de papel y tú la traspasas sin ningún problema, como si fueras viento.
No llevas espadas ni lanzas, tan solo una sonrisa como arma y yo no tengo escudo ni un lugar donde esconderme para luchar.
Me doy cuenta de que hay que arriesgarse para ganar, los únicos perdedores son los que no lo intentan. Por eso saldré a la luz y volveré a soñar que sé amar. Tanto tiempo fuera de mí y ahora vuelves a avivar mi corazón. Quiero sentirme como en nube.
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